Un ciervo en la carretera
Alberto Martínez
Editorial Libros.com
Año 2019
«Un ciervo en la carretera» nos ofrece una recopilación de breves historias del escritor aragonés Alberto Martínez. Consta de 20 relatos sin relación entre sí, diversos tanto en las temáticas elegidas como en las épocas en las que se desarrollan. El libro fue finalista a mejor libro de relatos publicado en España.
De entrada cabe destacar el dominio del lenguaje por parte del autor, con un léxico amplio que en ocasiones invita al lector a consultar el diccionario, pero siempre adecuado para el estilo de cada uno de los relatos y sin caer en la pedantería. La ironía también está presente en la práctica totalidad de los cuentos, así como la crítica apenas disimulada.
Algunos de los relatos siguen la estructura tradicional introducción-nudo-desenlace, pero otros, brevísimos en ocasiones, son como una imagen fija -un cuadro o una fotografía- que pretende (y a mi juicio logra) impactar al lector, dejando abierta la puerta a distintas interpretaciones que incluso pueden estar alejadas de la intención del autor y no por ello resultar incorrectas.
Si he de destacar alguno, eligiría el titulado «Jaque a la reina». En este relato, el desarrollo de una partida de ajedrez entre la reina Isabel I y el Cardenal Mendoza sirve para hacer un breve recorrido por la historia en el periodo inmediatamente anterior al descubrimiento de América. Está escrito con el lenguaje propio de la época, y son los protagonistas los que llevan el peso de la narración, en la que el narrador solo interviene de forma discreta para matizar lo que resulte necesario; como el director de orquesta que mueve lo menos posible la batuta cuando el sonido que percibe está cumpliendo con sus expectativas.
En «Espérame en el cielo» se narra el atentado contra el entonces presidente del Gobierno Carrero Blanco. Su estructura resulta atípica: empieza con los momentos previos al atentado desde el coche oficial del Almirante, pero se interrumpe la narración e introduce un «flashback» en el que Carrero rememora una escena anterior junto a miembros del Gobierno y de la Iglesia. Una escena sarcástica y bien conducida aunque tal vez un poco larga en exceso; para retomar la narración en el punto en el que había quedado en suspenso. Una técnica arriesgada pero bien resuelta.
Es un libro recomendable para quienes no se conforman con los relatos que se limitan a contar una historia, sino que buscan disfrutar de un tipo de literatura en la que resulta más importante el «cómo» que el «qué».
Lo cierto es que leí el libro hace algún tiempo y me sorprendió gratamente, como dices está muy bien escrito y los relatos con carácter histórico, además de bien recreados, están muy bien hilados.
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